Las Juntas Directivas en nuestras latitudes, en su mayoría, han invertido tiempo en revisar el desempeño financiero, decidir sobre el plan estratégico y aprobar nombramientos claves.
La acelerada digitalización y dependencia de las organizaciones en la tecnología de información, ha obligado a que temas como el cyber-risk, formen parte de la agenda de la Junta Directiva.
La sofisticación y el impacto de las amenazas-riesgos tecnológicos en un mundo interconectado y dependiente, demanda que los Directores en la Junta Directiva adopten un rol proactivo, decisivo y continuo sobre el impacto del cyber-risk en la organización.
Todo lo anterior se complica mucho más con el poco controlado y creciente uso de la inteligencia artificial (IA) y la IA generativa en la toma de decisiones corporativas.